En un viaje de negocios, hacía tanto calor que me registré temporalmente en un hotel, pero no esperaba quedarme en la misma habitación que la supervisora con la que soñé. Mis grandes pechos estaban empapados de sudor. Como virgen, no pude soportarlo. Me follé a la supervisora hasta el amanecer.
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2024-01-17
Reseña(s)